Aprovechando que David descansaba, esta mañana (21/03/2012) hemos dado una vuelta por la campiña Ecija-Osuna para ver como se encontraba la zona. La verdad es que no nos podemos quejar, ya que la mañana ha sido muy prolífica en rapaces (milanos reales y negros, aguiluchos laguneros, alguna calzada, muchísimo cernícalo, muchísimo ratonero y varios buitres leonados). A destacar, la belleza de los pajarillos más pequeños con su plumaje nupcial, que los hace estar impresionantes (verdecillos, pardillos, gorriones, verderones, lavanderas boyeras, etc.).
Ya en Ojuelos lo de casi siempre: Aguja colinegra, archibebe oscuro, andarrios común, corlitejo grande y patinegro, avoceta, cigüeñuela, flamencos, gaviotas sombria, canastera, etc.)
Pero la sorpresa de la mañana vino antes de todo esto en este paraje, donde paramos a observar currucas.
Tras pasear andando por la zona, regresamos al coche, y nada más empezar a andar, descubrimos este pájaro en una rama.
Tras hacer varias fotos desde esta distancia y especular con lo que podía ser, ya que teníamos prácticamente un contraluz, decididmos acercarnos andando y probar suerte. Se acurrucó en la rama y nos dejó acercarnos bastante, por lo que nos permitió identificarlo claramente, hasta que decidió cambiar de árbol, poniendose con una buena luz, y dejándonos sacarle fotos como estas.
El críalo (Clamator glandarius) nos deleitó con su presencia durante un buen rato, ya que el se encontraba seguro sobre su tronco muy bien camuflado, hasta el punto que vimos entrar otro en el mismo árbol y no llegamos a verlo estando a escasos 10 metros. Cuando nos aburrimos, volvimos al coche y saliendo pudimos ver otro mas en otro árbol. Nos permitió hasta hacerle este video.
Como podreis ver, todo un lujo de mañana, de esas que ya se te queda un buen cuerpo para el resto del día.
